Como ya hicimos en años anteriores, este organizamos un viaje profesional para colegas y alumnado del Curso de Experto Universitario en Xestión Cultural; y, al igual que en las otras ocasiones, nuestra ruta cultural nos llevó desde Galicia hasta el vecino Portugal. Si el año pasado visitamos Tondela, Santa María da Feira y Viseu y antes Guimarães, San João da Madeira y Porto, este 2018 decidimos viajar a Braga, Porto y Viana do Castelo en busca de experiencias culturales de referencia y de los profesionales que las desarrollan. En total, veinticuatro personas, entre profesionales y alumnado del CEU en Gestión Cultural, dispuestas a conocer, aprender y tejer red.
Con ese espíritu llegamos a Braga en la tarde del viernes 1 de junio, con una lluvia generosa que menguó justo para dejarnos caminar cómodamente hasta nuestra primera parada de este viaje: el Theatro Circo, uno de los grandes referentes y eje básico de la programación cultural de la ciudad. Allí nos esperaban Daniela Queirós, directora de gestión, y Paulo Brandão, director artístico, aunque, antes de hablarnos de cómo se gestiona, a nivel económico y de contenidos, este espacio pudimos disfrutar de una pequeña visita guiada que nos aproximó a la importancia de este teatro, con más de un siglo de historia. Por su antigüedad (1915) y características, el Theatro Circo de Braga forma parte de la Ruta Europea de Teatros Históricos. En la actualidad, y tras la restauración acometida a finales de los 90, el Theatro Circo es un gran complejo cultural adaptado, a todos los niveles, a las necesidades del arte contemporáneo. En él trabajan treinta y tres personas.
Daniela Queirós nos habló, después de contextualizar cómo se financian los equipamientos culturales portugueses, de la organización y financiación de este espacio concreto, gestionado por una empresa pública, en el que la Câmara Municipal interviene apenas para apuntar las orientaciones generales, porque las decisiones concretas de la programación dependen siempre, y en exclusiva, del director de programación.
Como datos, podemos destacar que en el último año se celebraron en el Theatro Circo 380 eventos y actividades. El presupuesto del ejercicio fue de 2 millones de euros, de los que cerca de 800.000 fueron para gastos de programación. La recaudación en taquilla fue de 400.000 €, así que tuvieron una tasa de retorno del 50%.
La directora de gestión nos explicó que la misión de Theatro Circo es la de dinamizar la actividad cultural del municipio de Braga en el área de las artes performativas, centrándose en la elaboración de un programa ecléctico y de calidad y en la fidelización de públicos, contando siempre con un alto porcentaje de artistas locales. Además, el teatro cuenta con una compañía residente, la Companhia de Teatro de Braga, que aporta un buen porcentaje del contenido de artes escénicas.
Theatro Circo , según nos explicó, tiene no solo la misión de dinamizar la vida cultural de Braga, sino que, además, trata de tejer red con las ciudades más próximas, que son Barcelos, Guimarães y Famalicão, a través del Cartão Quadrilátero: una tarjeta que, previo pago, ofrece un descuento del 50% en todos los eventos promovidos, en este caso desde el Theatro Circo, con un precio superior a cinco euros. Las estadísticas de estos últimos años muestran un aumento progresivo de socios, especialmente en la zona de Braga.
Por su parte, Paulo Brandão nos habló de su misión como director artístico y nos dejó muy claro claro que para él lo primero es el público y que, por eso, cualquier decisión que toma, además de estar basada en criterios de calidad artística, tiene mucho que ver con la honestidad. Por eso, aunque el teatro dispone de las instalaciones necesarias, es muy difícil que veamos en Theatro Circo de Braga una ópera: las «de verdad», las que llevan orquesta, según nos explicó Brandão, son inalcanzables desde un punto de vista presupuestario y de agenda. Las demás (qué desilusión!) ofrecen la base musical enlatada.
Y, hablando de música, esa misma noche en Braga teníamos una cita que casi podríamos decir que «sorpresa», porque aunque sabíamos quién era el artista apenas teníamos referencias suyas, así que, una vez terminada la visita en Theatro Circo, decidimos probar a ver qué era lo que nos ofrecía en su espectáculo. Para verlo, nos desplazamos hasta otro de los espacios de referencia de la ciudad: GNRation. Allí estaba anunciada, y con bastante éxito de público, la performance de Nicolás Bernier , que en el momento de nuestro viaje era además el artista residente del espacio cultural.
Qué deciros de su propuesta artística? Como mínimo que cumplió, con absoluta certeza, uno de sus principales objetivos: no dejar a nadie indiferente. Como único dato, a nivel de recomendación, que podemos aportar es que, o bien gusta radicalmente, o bien todo lo contrario, así que si de nosotros depende, no os queda más remedio que ir a verlo, si en algún momento tenéis ocasión, y juzgar.
De Braga a Porto
El sábado 2 de junio fue un día intenso que comenzamos en el mismo sitio en el que lo habíamos dejado la jornada anterior: el GNRation, un espacio orientado a la promoción de actividades artísticas, sobre todo en lo que respecta a las artes digitales y a la experimentación. El ano pasado, se celebraron en él 154 eventos que sumaron cerca de 43.000 asistentes. En el GNRation, que es un antiguo cuartel rehabilitado, hay todo tipo de espacios culturales y se está construyendo, ahora mismo, un completo estudio de radio que se complementa con un café-concierto que, en principio, se preparará para tener la opción de emitir música en directo. Un lujo difícil de encontrar en la mayor parte de las emisoras!
Además, GNRation tienen una parte, cerrada al público, destinada a las startup, con espacios amplios y zonas de descanso, en las que se integra, también, la estancia destinada al artista residente. Una fórmula, esta última, que se traduce en un notable ahorro en hospedaje y dietas y que permite optimizar el presupuesto. GNRation, según nos explicó su responsable de comunicación, Ilídio Marques, es también un espacio gestionado desde una empresa pública y tiene, entre sus principales cometidos, no solo la difusión de las artes contemporáneas digitales, sino la creación de públicos y la conexión entre los artistas y la comunidad. En este sentido también es muy importante la relación entre GNRation y el International Iberian Nanotechnology Laboratory (INL), cuya sede de investigación está en la Universidade do Minho. GNRation es el enlace entre la investigación y la población a través del arte digital.
Precisamente, aprovechando esa voluntad de conexión que desarrolla GNRation, celebramos allí la mesa redonda Tejiendo red: experiencias y tendencias culturales en Braga y el Norte de Portugal, en la que pudimos conocer las experiencias de varios proyectos destacados de la mano de sus responsables.
Por un lado, Luis Fernandes, también vinculado a la gestión del propio GNRation, nos habló del festival Semibreve, Manuel Gama de la propuesta 2CN-Clab y Joana Miranda de Braga Media Arts. En todos los casos lo que se nos trasladó fue la necesidad de, efectivamente, tejer esa famosa red de la que no nos cansamos de hablar y tratar de tejer, con los más próximos pero también con socios de otros lugares, como fórmula para desarrollar proyectos de una manera efectiva y alcanzar objetivos. «Red como marca, no solo como concepto», fue una de las ideas lanzadas en el transcurso de la mesa redonda, en la que también hubo tiempo para presentarles a los colegas portugueses el Banco de Boas Prácticas na Xestión Cultural de la asociación gallega de gestores culturales. Hablaron de él Alberto García, presidente de la AGPXC, y nuestro compañero Sergio Lago, coordinador en su día de los trabajos de desarrollo del proyecto.
A Serralves em Festa!
Fue una mañana realmente intensa la que pasamos descubriendo los muchos espacios realmente agradables de GNRation y, sobre todo, sus posibilidades. Pero aún nos quedaba mucho día -y mucha noche- por delante, así que después de un almoço típicamente portugués nos dirigimos a la capital del Norte.
Porto tiene de por sí mucho que ver y disfrutar, pero este sábado tenía un aliciente extra: Serralves em Festa, un súper evento de cincuenta horas de actividades simultáneas y sin descanso centradas en el espacio de la fundación Serralves: esto es, el museo, la casa y el parque. Las actividades habían comenzado ya el viernes a media tarde y terminarían el domingo, también a esa hora, así que llegamos en el ecuador de la programación.
Serralves em Festa cumplió este año quince ediciones, pero casi tod*s íbamos por primera vez. Nos resultó curioso encontrar tanta, tantísima gente tan heterogénea en el mismo espacio. Aunque, en este caso, hay que tener en cuenta que se trata de un espacio amplísimo y de una oferta dirigida de manera simultánea a distintos perfiles de público. En Serralves em Festa hay fundamentalmente propuestas relacionadas con las artes escénicas, el circo y la música. Enmarcadas, eso sí, en uno de los espacios de referencia del arte contemporáneo europeo.
De vuelta a casa
El domingo 3 de junio tocaba volver. Después de la intensa jornada del sábado, la perspectiva del viaje de vuelta se hacía difícil, incluso con la parada prevista en Viana do Castelo. Pero lo cierto es que la primera visita a su Museu do Traje resultó de lo más motivador y la segunda, al barco-museo Gil Eannes, el colofón perfecto de nuestro viaje.
Pero vamos por partes: en el Museu do Traje conocimos a la vereadora de Cultura de la Câmara Municipal, María Jose Guerreiro, que nos explicó una parte de las políticas culturales que desarrolla, que es la relacionada con este museo que recoge la tradición del traje (tejidos, bordados, abalorios, orfebrería,…) de la zona y desde el que se trabaja para la creación de un sello distintivo para las artesanas del traje y en garantizar un relevo generacional en unas condiciones laborales aceptables. La verdad es que nos quedamos con ganas de saber más, y non solo del traje, sino de la actividad cultural que se desarrolla en Viana do Castelo.
Pero nuestra agenda de fin de viaje era apretada: tocaba visitar el Gil Eannes, un antiguo barco de asistencia de la flota bacaladera con una interesantísima historia, que permanece atracado en el muelle comercial de la villa. No está especialmente promocionado (para algunas persoas que ya habían estado en Viana do Castelo era un total desconocido), pero lo cierto es que entrar en él vale la pena: la sala de comunicaciones, los camarotes, los quirófanos, la sala de máquinas…todo tiene una anécdota e incluso historia, conservada gracias al empeño de la fundación Gil Eannes que, desde hace años, trabaja en su restauración y difusión.
Fue nuestra última parada en el viaje. Llegamos a Galicia igual que llegamos a Braga: en medio de la lluvia. Mucho más cansados , eso sí, que cuando subimos al autobús por primera vez, pero con una idea mucho más completa de lo que se hace muy cerca de nosotros y con ganas de darle una vuelta con calma a todo lo escuchado y hablado para tratar de poner en práctica las ideas de #aprendercompartindo y #tecendorede que nos acompañaron durante todo el viaje.