La importancia de ser capaces de cuidar de nuestra memoria colectiva
«Antes que a memoria esqueza»: este es el título bajo el que tuvo lugar este 8 de marzo en la parroquia de Abelleira (Muros) un homenaje a varias de sus vecinas. Mujeres como Delia, Lola y Ernestina, protagonistas de un acto pensado para poner en valor su trabajo como cargadoras en el antiguo aserradero.
Á veces descalzas, en turnos de largas horas, de día y de noche, con calor o entre el barro que dejaba la lluvia en los caminos: las cargadoras transportaban con la fuerza de su cuerpo y una palicuerda madera y troncos enteros desde los montes y el aserradores hasta el barco (el galeón) que esperaba fondeado.
Pero también transportarían sacos de arena y piedras para facilitar la construcción de la explanada en la que se sitúa el que hoy en día es el local vecinal que acogió el homenaje.

¿Qué es lo que conecta a BenCuriosa con la historia de estas mujeres y con este homenaje? Pues un proyecto que llevamos a cabo a finales del 2020, cuando aún no era posible la presencialidad: los Laboratorios Itinerantes de Cultura Digital, que ofrecieron talleres en línea -relacionados con nuevas narrativas y creatividad digital – en los concellos de Carral, Valdoviño, Cedeira, Vimianzo, Neda, Narón y Muros.

En uno de esos talleres, dirigido a descubrir y experimentar herramientas digitales que permitieras a las participantes contar su propia historia, participó O Ferreiro, presidente de la asociación de vecinos A Ostreira (Abelleira, Muros).
Pronto descubrió que los Labs le podían resultar útiles para algo que tenía desde hacía tiempo en mente: documentar la historia de varias mujeres de su entorno, ya mayores, que habían trabajado en el aserradero y que, según no explicó entonces, tenían una historia que había quedado olvidada por el paso del tiempo y la falta de reconocimiento institucional.
El primer paso fue recoger de manera digital las historias de quien aún podía contarlas. Conversaciones que hablaban de frío y hambre, de precariedad -cobraban menos que los hombres y nunca llegaron a estar aseguradas- y de la dureza de un trabajo en el que las mujeres eran una fuerza carga rentable.
De ese proceso de #aprenderhaciendo y de esa primera recogida saldría unos meses después -con el apoyo del Concello de Muros, a través de su técnica de Cultura, Madó Santos – una charla incluida en las jornadas A muller e os oficios do mar, en la que tuvimos también el placer de participar.
Desde entonces hasta hoy, la asociación vecinal desarrolló un trabajo constante de recogida y archivo. De algún modo, aquellas primeras conversaciones documentadas en el marco de los Laboratorios Itinerantes de Cultura Dixital sirvieron como primer paso para la asociación pudiera guardar la memoria viva de las mujeres obreras del aserradero.

Ahora, cuatro años después, recibimos la invitación para participar en este acto de homenaje público, incluido en la programación del 8M de Muros.
Una tarde especial para Delia, Lola y Ernestina, sus protagonistas. Y de orgullo para sus vecinas y vecinos, que hizo pequeño el local de la asociación que ellas ayudaron a construir.
Pero también especial para nosotras, que vimos como aquellas narrativas digitales que compartimos en línea consiguieron conectar con la vida de un grupo de personas y con un objetivo concreto y real, poniendo en valor el cuidado, por parte de la comunidad, de su propia memoria. Esa que igual non aparece en los libros de Historia, pero que sostiene la vida y construye futuro.